“Herbarium: Las flores de Gideon” – Anna Casanovas

20 ene 2017


Categoría: Romántica
Editorial: Ediciones Urano / Titania
Publicación: Febrero 2016
Protagonistas: Liam Soto y Sarah Morgan

<<Un misterio trazado con maestría y tan delicado que puede romperse en cualquier momento>>. Si te gustó “El cuaderno de Noah” no dejes pasar la oportunidad de leer “Herbarium. Las flores de Gideon”. Simplemente prodigiosa…

Sinopsis:
Un oscuro secreto familiar hizo que Sarah se marchara de Oxford a los dieciocho años. En su huida a Brasil dejó atrás una vida. Pero cinco años después, tras la muerte de su padre, se ve obligada a regresar. Quiere ver a su abuela Sylvia, la mujer que la crió de niña y que ahora sufre Alzheimer. Sarah cree que estará solo unos días, pero cuando va a la Universidad donde su padre era profesor de química descubre que él se ha pasado los últimos años estudiando a Jane Eyre y buscando los dibujos de unas misteriosas flores, las flores de Gideon. ¿Quién es Gideon? ¿Qué significan esas ilustraciones? ¿Qué tiene que ver Jane Eyre en todo esto? Aunque su abuela parece conocer las repuestas, no puede ayudarla. Lo más paradójico es que el único que puede hacerlo es Liam Soto, profesor estrella de la Universidad de Oxford, el mayor experto en Jane Eyre de Inglaterra y él ni quiere ni puede estar cerca de Sarah. A través de las flores de Gideon, Sarah descubrirá el pasado de su abuela y una gran historia de amor que tal vez la ayude a recuperar su vida y le dé las fuerzas necesarias para desenterrar lo que de verdad se esconde en su corazón. 


Características de los personajes:

Sarah Morgan: 23 años, piel bronceada, pecas, cabellos negros (unos centímetros por debajo del hombro), ojos verdes (después dice grises). Nació en Oxford (Inglaterra). Sólo estudió 1 año en la Universidad de Oxford, hasta que se marchó a los 18 años a causa de un secreto familiar. Huye a Brasil por 5 años, y durante todo ese tiempo no habló con su padre aunque él siempre le escribía emails y cartas que ella no contestaba. Su madre abandonó a su padre y a ella cuando sólo tenía 8 años. Su abuelo fue sastre y su abuela era ama de casa con un don especial para las flores. Es profesora de Psicología Medioambiental por la Universidad de Brasilia.

Liam Soto: 28 años, cabellos negros (un poco largos). Nació con un gen defectuoso en el corazón, mismo que le provocó un infarto a los 25 años; desde ahí le pusieron un desfibrilador. Estuvo en el equipo de remo de la Universidad de Oxford, cuando era estudiante. Es el profesor estrella de dicha universidad, ya que es el mayor experto en Jane Eyre de toda Inglaterra. Lo atormentan los errores que cometió después del coma que sufrió; o sea, lo que tuvo que hacer. Perdió la memoria sobre un tiempo específico de su vida, pero tenía el recuerdo y la idea fija sobre “su chica del río”.

Otros personajes: 1) Sylvia Morgan (abuela de Sarah; sufre de Alzheimer, está como residente en el Centro “Green Meadows”; su nombre de soltera fue “Sylvia Godworth”; tenía los cabellos negros y los ojos grises; se casó con Mathew Morgan, mismo que falleció cuando su hijo Eddie tenía 18 años); 2) Edward Morgan (“Eddie”; hijo de Sylvia, padre de Sarah; cabellos negros, ojos oscuros; se desempeñaba como un eminente profesor de Química en la Universidad de Oxford, hasta su muerte en un accidente automovilístico); 3) Mary Colbert (madre de Sarah; ojos verdes, pecas; su nombre de casada fue Mary Morgan; pero los abandonó cuando Sarah era apenas una niña); 4) Martin Godworth (padre de Sylvia; abuelo de Eddie; bisabuelo de Sarah; era sastre y dueño de una sastrería en Oxford); 5) Mathew Morgan (esposo de Sylvia; padre de Eddie; abuelo de Sarah; trabajaba en la sastrería de Martin y así conoció a Sylvia, era su amigo); 6) Caitlin McLain (asistenta de Edward en la casa desde hace 4 años; él la conoció por los servicios de empleo de la universidad; es viuda con 2 hijos, cabellos grises y plateados; bondadosa); 7) Dra. Materson (catedrática encargada del Dpto. de Biología en la Universidad de Oxford; era la jefa de Eddie; cabellos blancos); 8) Dra. Kensington (es la doctora que atiende a Sylvia en el Centro “Green Meadows”); 9) Dr. Elba (es el director del Centro “Green Meadows”); 10) Robert Long (abogado inglés, unos 60 años, casado, alto, robusto, amable); 11) Robert Long (“Rob”; hijo de Robert; es abogado en “Long & Long”; alto, espalda ancha, delgado, fuerte, cabellos rubios, ojos marrones); 12) Adriana (amiga de Sarah; es una exitosa fotógrafa brasileña, una de las mejores de su país); 13) Janet (bibliotecaria de la Universidad de Oxford; atractiva); 14) Rick (mejor amigo de Liam en su época universitaria); 15) Georgia y Haley (mejores amigas de Sarah en la adolescencia; ahora ya no sabe nada de ellas); 16) McKenzie (conocida de Liam; elegante, delgada, cabellos de color caoba rojizo a la altura del mentón, unos 30 años); entre otros.

Los Cambray y afines: 1) Gideon Cambray (es el tercer hijo de la famosa y adinerada familia Cambray; su familia es dueña de la mansión conocida como “Milton Manor” y propietaria de la mayor fábrica de medicamentos llamada “Milton Pharmaceutical”; fue químico de profesión; fue un joven y guapo profesor en la Universidad de Oxford en 1939; de cabellos negros); 2) George y Samuel (hermanos de Gideon; se llevan 11 meses de diferencia entre sí; George es el mayor, le lleva 10 años a Gideon; siempre fueron muy unidos los tres; cabellos negros); 3) Samuel Cambray Hijo (es el sobrino de Gideon; hijo de Samuel; es el que maneja en la actualidad la empresa “Milton Pharmaceutical”, desde la muerte de su padre); 4) Patricia Barret (ama de llaves actual de “Milton Manor”, unos 60 años); 5) Hannah Marks (es hija de la Sra. Marks, quien fuera la antigua ama de llaves de la familia; es enfermera); etc.


Comentarios personales:

Elegí esta novela para que sea la primera reseña del año 2017 porque, sin lugar a dudas, fue una de mis lecturas preferidas del año pasado. Fue presentada como novela independiente, o sea, no parece que esté contemplada como serie o bilogía, etc.

Respecto al contenido se puede mencionar que, consta de 46 capítulos en total, y que el libro se encuentra dividido en dos partes (Parte 1: SARAH. Capítulos 1 al 25; Parte 2: SARAH Y LIAM. Capítulos 26 al 46); sin prólogo ni epílogo. Todo esto enmarcado en casi 450 páginas y ambientado mayormente en la ciudad inglesa de Oxford.

Es de destacar que, la trama nos ofrece una historia en presente, protagonizada por Liam y Sarah (que también tienen un pasado en común que contarnos); y una historia en pasado protagonizada por Gideon y Sylvia (que no sabemos si tendrán un presente).

Así las cosas, la novela inicia con la llegada de Sarah Morgan a su ciudad natal, Oxford (Inglaterra), luego de cinco años de haberse ido a Brasilia (Brasil) de manera intempestiva al descubrir un secreto familiar que su padre Eddie le había ocultado. Debido a esta pelea, dejó de tener contacto con él, aunque Eddie nunca cejó en su esfuerzo de recuperarla, por lo menos a través de cartas o emails que ella nunca respondió. Ahora, a raíz de la sorpresiva muerte de su progenitor, debe regresar a la ciudad para solucionar los temas pendientes que éste dejó, además de visitar a su abuela paterna, Sylvia, que está ingresada en un centro de reposo por el Alzheimer que sufre. Pero, nada será tan sencillo como ella creía, ya que aparecen algunos inesperados eventos del pasado que retrasarán su retorno a Brasil, además de reencontrarla con una persona que significó mucho en su vida, un lustro atrás.  

Como ya mencioné más arriba, los protagonistas principales son Liam y Sarah, mientras que los de la historia secundaria son Gideon y Sylvia. En el caso de Sarah se puede decir que, es una joven profesora universitaria con un pasado familiar del que no sabe todo, ni tanto como ella creía. Durante 5 años, arrastró el peso del resentimiento provocado por el secreto que su padre le reveló antes de su huida; y ahora, ante la ausencia física del hombre que le dio la vida, ese resentimiento va mutando a una gran culpa por haberse mantenido alejada de él y por no haber escuchado todo lo que él tenía para decir. Superar la pérdida, aminorar la culpa, y perdonarse a sí misma y a todos los que ella siente que le han fallado, serán sólo algunos de los retos a los que deberá enfrentarse para mejorar su vida.

Por su parte, Liam, es un joven y exitoso profesor en una de las universidades más importantes del mundo. Es un hombre que arrastra muchas culpas por los excesos vividos en una época conflictiva de su vida; mismos que aún lo persiguen de forma amenazante y compleja. Antes, en sus tiempos como estudiante universitario fue un guapo y popular deportista que vivía su vida sin mayores complicaciones; hasta que un impensado problema de salud llega para arrasar con su calma y con los recuerdos más recientes, provocándole una obsesión con una chica que sólo ve en sus sueños, pero que no sabe con certeza quién es o si en realidad existe.

En medio del reencuentro de Liam y Sarah, se nos irá revelando otra historia que inicia en la navidad de 1939, en Oxfordshire, Inglaterra; y que tiene como protagonistas a Gideon y Sylvia. Los retazos de su historia llegarán al lector de forma intermitente, cada vez que surja un hecho en el presente que lo amerite.

Resulta difícil decidirse sobre cuál historia gusta más, ya que ambas tienen su buena dosis de drama y pérdidas; pero lo que sí es un hecho es que todos salimos ganando al tener la oportunidad de conocer la intensidad y pasión que envuelven a estos cuatro personajes.

Hago una mención especial al personaje de Eddie, del que en un principio no conocemos casi nada, salvo que es padre de Sarah; pero al que vamos descubriendo a través de los recuerdos de su madre, de su hija y de Liam, y que, al menos a mí, me ha provocado mucha ternura y agrado.

Creo, sin temor a equivocarme, que ésta es claramente la mejor novela que ha escrito esta prolífica autora española, a la que en lo personal, he seguido mucho. Y puedo opinar, con algo de propiedad, ya que he leído casi todo lo que ha publicado hasta el momento (sólo me falta la serie que publicó con otro nombre). Quienes la han leído con anterioridad, estarán de acuerdo con que ella siempre ha manejado un estilo pulcro, fino y delicado. Las historias que crea, pese a tocar temas duros o dramáticos, siempre están dotadas de un romanticismo clásico, de ése en el que pulula lo suave y cortés del lenguaje.

En este trabajo, se nota una escritura muy pulida e impecable (como ya es costumbre de esta autora), y si a eso le sumamos una trama nutrida con todos los ingredientes indispensables para encantar y enamorar a los fanáticos de la literatura romántica, podemos resumir que se obtiene una lectura atrapante de principio a fin.

Es tan buena que casi no hay “peros” que ponerle; pero… le pondré uno: ¡¡me faltó un epílogo!! Me encariñé tanto con los personajes y con sus historias que necesité un poco más. Si se dan cuenta, es sólo un sentir, no es algo realmente negativo que le haya encontrado, ya que francamente no lo tiene.

Independientemente de la creatividad e imaginación de la autora para alcanzar una trama tan atractiva, se debe destacar un interesante y adecuado trabajo de documentación (o investigación) por parte de ella, dotándole de datos y aspectos históricos que, mezclados con la ficción creada, nos entregó un material de lectura muy bien logrado, y eso, definitivamente, se agradece enormemente.

Evidentemente, recomiendo ampliamente esta novela. Es de ese tipo de historias que a todos gusta y que te deja una linda sensación al terminar. No sólo tenemos una trama romántica, ya que a ésta se le añade el misterio y la intriga que se va desarrollando y resolviendo conforme avanzamos en las páginas. Está muy bien escrita y maneja un ritmo ascendente e intenso que nunca decae, y que nos lleva a un final que en realidad no queremos que llegue. La trama es equilibrada, sin excesos ni redundancias; es de las que emocionan de buena manera y aportan ese punto de reflexión en el que te detienes a pensar en los secretos que guardan algunas personas y/o familias, y en lo que puede ocurrir o cambiar cuando dichos secretos se saben. Además, todo lo que provocan la ambición, el elitismo y esnobismo, que aquí son los desencadenantes de muchas desgracias. Si lo leerán o lo leyeron, ¡¡ahí me cuentan!! JJJ


Frases: (pueden ser SPOILERS)

1. “—Esta tarde iré a tu casa y cortaré unas cuantas flores del jardín para traértelas. Quedarán muy bonitas en un jarrón, alegrarán el dormitorio. —Eddie se ocupa de las flores, tendrás que pedirle permiso. —Lo haré. —Sé que se preocupa por las flores, pero no las cuida como yo. —No, nadie las cuida como tú. —Las flores son lo único que me queda de él y en cierto modo también me han devuelto a Eddie. —¿Abuela? —¿Sí? —¿Sabes quién dibujó esto? Estaba entre las notas de papá, de Eddie. —Gideon. Es una de las flores de Gideon. —¿Quién es Gideon? —Gideon siempre me dibujaba flores. —¿Quién es Gideon? —Ayúdame, Sarah. Ayúdame, por favor. No puedo olvidarme de Gideon ni de nuestras flores…” (Sarah y Sylvia)

2. “—Tal vez Jane tiene miedo. —¿Cómo ha dicho? Si no me falla la memoria, su especialidad es la biología, profesora Morgan. —He dicho que tal vez Jane tenía miedo. Jane ha tenido un pasado muy difícil y sabe demasiado bien cómo se siente el rechazo. Y él no para de mandarle las señales equivocadas. —Rochester tampoco ha tenido una vida fácil, profesora, y eso no le impide saber lo que siente. —Jane también sabe lo que siente y si Rochester no se hubiese comportado como un engreído y no se hubiese precipitado en sus opiniones, tal vez podrían haberse ahorrado muchas desgracias. Además, es muy práctico juzgar a alguien mientras te quedas esperando a que esa persona venga a ti. Si Rochester hubiese actuado de otra manera desde el principio, si no hubiese mentido, si le hubiese contado la verdad, Jane no se habría ido. En mi opinión, profesor, Jane debería largarse y mantenerse lo más lejos posible de Rochester durante el resto de su vida. Rochester es un imbécil que solo la juzga y que solo cree quererla porque la necesita, no porque la quiera de verdad. —¿Eso crees? —Sí, eso creo. —Tal vez tenga razón. Al fin y al cabo, Jane demuestra ser muy hábil a la hora de encontrar hombres dispuestos a ayudarla. Seguro que Jane puede irse con el primero que pase y dejar que Rochester se recupere solo. —Jane no se va con nadie. Maldita sea, Liam. —Tal vez, siguiendo con su egoísta interpretación de la novela, Rochester debería de haber seguido creyendo que Jane no existía, ¿no le parece? La clase ha terminado, si tienen alguna duda pueden acudir a mi despacho a las horas convenidas y si les apetece seguir descubriendo a Jane, pueden apuntarse al seminario del mes que viene. Buenos días a todos…” (Sarah y Liam)

3. “—Tú y yo habíamos paseado por aquí. —¿Te has acordado? —No, por supuesto que no. Maldita sea. Pero no estoy ciego. He visto que te tensabas y que me mirabas. No soy idiota y tampoco soy el hijo de puta que probablemente crees que soy…” (Liam y Sarah)

4. “—¿A qué diablos ha venido eso, Sarah? ¿Por qué has decidido boicotear mi conferencia? ¿Acaso crees que no me has hecho ya bastante? —Yo no te he boicoteado la conferencia. Eres tú el que ha empezado a atacarme. —Tiene gracia, a mí me ha parecido todo lo contrario. —Yo no te he atacado, simplemente he defendido a Jane. —Ah, vamos, ¿y desde cuándo eres una defensora de Eyre? Te has presentado en mi clase y no has parado hasta echarla a perder. Pues bien, ya lo has conseguido. Vete a Brasil de una vez o vuelve a colgarte del cuello de ese tipo, pero a mí déjame en paz. —¿Qué tipo? Y… ¡serás egocéntrico! Tú y tu señor Rochester creéis que el mundo gira a vuestro alrededor. Pues no, señor profesor, yo no soy una de tus alumnas, yo no babeo con solo mirar cómo te sienta la americana encima del jersey o esas gafas tan estudiadas. Tú no eres nadie para juzgarme, profesor. Me iré a Brasil cuando me dé la gana y sí, confieso que no sé mucho de Jane Eyre, seguro que ya te has dado cuenta, pero si lo supiera tampoco te acordarías, ¿no? Porque tú no te acuerdas de mí. Así que eres tú el que tiene que dejarme en paz, ¿está claro? Yo solo he venido porque quería que me contestases unas preguntas; el resto, tus alumnas, tus conferencias, tu Jane Eyre, puedes quedártelo. Me importa una mierda. —Lo sé. Sé que te importo una mierda. Me quedó claro cuando me pasé cinco años esperándote y no apareciste. Vamos, dime cuáles son esas preguntas. Intentaré responderlas lo mejor que pueda, a ver si así desapareces de mi vida de una vez por todas. Y esta vez no vuelvas…” (Liam y Sarah)

5. “—El verde es distinto aquí. Y las flores huelen a lluvia aunque no llueva. —El significado es siempre el mismo. Pase lo que pase, estés donde estés, una flor siempre tiene el mismo significado. —¿Las flores de Gideon también tienen su propio significado? —Gideon decía que yo siempre le encontraría, pero le perdí. Tienes que ayudarme a encontrarle, Sarah. Tú sabes de flores, las entiendes, las conoces, ¿no es verdad? —Sí, supongo que sí. —Tienes que ayudarme, no quiero que Gideon piense que le he olvidado. Aunque no pueda recordarlo, sé que sigue estando dentro de mí. Jane vuelve con Rochester al final y yo quiero hacer lo mismo con Gideon. ¿Crees que después podrás leerme un rato? —Claro, por supuesto…” (Sarah y Sylvia)

6. “—Solo tengo diecisiete años y sé poco sobre el amor. —Sabes lo que importa. Sabes amar. —¿Cómo estás tan seguro? —Porque lo siento. Lo siento aquí. Siento que me amas y, mientras pueda sentirlo, todo lo demás no importa. —Solo espero que lo sientas siempre. —Bueno, si nunca dejas de amarme, seguro que nunca dejaré de sentirlo, ¿no crees? —¿Crees que eso puede suceder? —¿El qué? —Que yo siga amándote pero que tú no lo sientas. O que tú me ames a mí y yo no me dé cuenta. —Quizá hay gente a quien pueda pasarle, pero a ti y a mí, no…” (Sarah y Liam, en el pasado)

7. “—No entiendo que mi presencia te moleste tanto. Es cierto que no estaba aquí cuando tuviste el infarto ni cuando te despertaste, pero no fue culpa mía. Y ahora ya sabes qué pasó entre mi padre y yo. ¿No podemos ser amigos? —No, no podemos. Tal vez tengas razón y no fue tu culpa que no estuvieras aquí, pero tampoco lo fue mía. Mi recuperación fue muy difícil, pasé por momentos que no quiero recordar y tuve que asumir que ni mi cuerpo ni yo somos tan fuertes como creíamos. —¿Qué te pasó, Liam? —Aprendí que hay situaciones, debilidades, que es mejor evitar. No quiero pasar por ello de nuevo y no lo haré. Puedo lidiar con mi obsesión con la chica del río, ya forma parte de mí, pero tú no eres esa chica. —Lo sé. —No eres esa chica y al mismo tiempo lo eres. No me resulta fácil verte, no me conviene. Sé que vas a irte. No sé por qué diablos no lo has hecho todavía, me imagino que te sientes culpable o que estás aburrida. Ni lo sé ni me importa. Pero sé que vas a irte. Te ayudaré, pero no quiero dramas, ¿de acuerdo? —De acuerdo. Pero no he decidido quedarme porque esté aburrida. Culpable sí que me siento, eso ya lo sabes, pero no solo por no haber hecho las paces con mi padre o por haberme perdido estos años con la abuela. Ellos no son los únicos a los que lamento haber hecho daño. —¿Ah, no? —No. No me quedo solo porque me sienta culpable, también me quedo porque hay historias por las que merece la pena luchar…” (Sarah y Liam)

8. “—¿Por qué defiendes tanto a Jane y a Rochester? Él le miente y ella le abandona. —Solo alguien como tú reduciría su historia de amor a estas dos frases, aunque supongo que no debería sorprenderme. —¿Alguien como yo? —Será mejor que lo dejemos, Sarah. Yo tengo que impartir una clase y tú tienes que ir a prepararte para tu cita. —No es una cita. —Lo has dicho tú. —¿Por qué no te caigo bien? —No te conozco. —Ni siquiera te gusto, no lo entiendo. —No debería importarte, Sarah. Y en cuanto a Jane y a Rochester, supongo que les defiendo porque necesito creer que en algún momento, en algún lugar, existe esta clase de amor. —¿Qué clase? —Del que te salva la vida mientras te estás ahogando…” (Sarah y Liam)

9. “—Mira que te gusta ponerte en plan señor Rochester, Liam. Te quiero, te amo. Te perdono, si es eso lo que necesitas escuchar. No te vayas, Liam. No vuelvas a dejarme atrás. Te amo, Liam. Te amo a ti, a ti con tu cicatriz, con tus errores, con tu mal humor, con tu pasado y con todo tu futuro, y más te vale que sea muy largo. Te amo porque eres tú y te amaré durante el resto de mi vida, pase lo que pase. Solucionaremos nuestros problemas, lo sé…” (Sarah)

10. “—Dime una cosa: ¿de verdad te sabes Jane Eyre de memoria o es solo un mito que circula entre esas alumnas tuyas que no pueden evitar babear cuando te ven pasar? —¿De verdad babean? —Contesta a mi pregunta. —Tú tampoco has contestado a la mía. —¿Te sabes o no te sabes Jane Eyre de memoria? —Me la sé de memoria. —«¡Vaya, Rochester, pero yo quiero un esposo!» —¿Me estás pidiendo que me case contigo citando a Jane Eyre? —Algo así. Creo que te estoy pidiendo que estés conmigo. Lo de la boda… —La respuesta es sí, sí a todo, a cualquier cosa, a ti. Sí a todo. Sí a siempre, si siempre es contigo. Siempre contigo hace que la eternidad me parezca demasiado poco tiempo para estar a tu lado. Pero la cita es al revés. «¡Vaya, Jane, pero yo quiero una esposa!» —Lo sé, pero tú a mí ya me has dedicado un libro y he pensado que esta vez me tocaba a mí. —Te amo, Sarah. Siempre te he sentido aquí dentro, pero, maldita sea, no sabes cuánto te he echado de menos y te he necesitado todo este tiempo. No vuelvas a irte, ¿de acuerdo? —De acuerdo. Te amo, Liam. Sé que aún tenemos que recorrer mucho camino juntos, que tenemos que perdonarnos el uno al otro, pero también sé que te amo y… —¿Qué sucede, amor? —Ayer por la noche, cuando te quedaste dormido, me di cuenta de algo. —¿De qué? —De que no eres de la clase de hombre por el que se libra una batalla. —¿Ah, no? —No, eres de la clase de hombre por el que se ganan…” (Sarah y Liam)


Observaciones (Obs):

- Esta novela fue la ganadora del II Premio Titania.

- Les recomiendo mucho leer la “Nota de la autora” al final de la novela.

- Se hace mucha mención al libro Jane Eyre” de Charlotte Brönte, porque el protagonista masculino, Liam Soto, es un experto en el tema, y porque guarda mucha relación con la historia de los personajes secundarios Gideon y Sylvia

- No tiene booktrailer.


Soundtracks del libro:
- Música Clásica.



4 comentarios:

Karina dijo...

Hola Car! gracias por la reseña, impecable.
Me ha gustado muchísimo este libro de Anna y tambien esta entre mis favoritos leído de 2016.
Su relato es adictivo y muy cuidado. Tambien agradezco la seriedad y el trabajo de documentación que ha realizado la escritora para regalarnos este libro que no puedo decir que sea el que más me ha gustado de ella, porque no tengo un favorito, pero si, que me ha gustado muchísimo. Tanto que me dieron muchas ganas de re - leerlo al leer tu reseña.
Gracias!! un beso.
Kary

Brenda dijo...

¡Hola!
Ya había visto este libro antes pero la verdad es que no me había parado a ver realmente de que trata, me llama la atención que parece tocar temas muy especiales, sin embargo, no me termina de llamar la atención, tengo curiosidad por la autora así que tal vez me decida por conocerla con otra de sus obras.

Gracias por la reseña.

Saludos !

Car dijo...

Hola Kary!

Me alegra que te haya gustado tanto la reseña como el libro, jeje.

La verdad es que me gustó mucho la historia, y creo que es de los mejores libros que ha escrito Anna.

Besitos!! :D

Car dijo...

Hola Brenda!

Te comento que aquí en el blog hay muchas novelas reseñadas de esta autora. Si vas hasta abajooo, busca en la sección de etiquetas de Autores, y ahí encontrarás varios de sus trabajos.

Saluditos! :D

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