Categoría: Romántica
Editorial: Harlequin (HQN) N° 110
Publicación: Agosto - Septiembre 2016
Protagonistas: Pedro
Cienfuegos e Inés Lara
“Todas las estrellas son para
ti” es la última novela del premiado autor J. de la Rosa, donde
descubriremos si el amor verdadero es capaz de sobrevivir al paso del tiempo y
a la distancia…
Sinopsis:
Inés lleva diez años viviendo en Noruega, donde ha erigido una nueva vida: el trabajo de sus sueños, un apartamento decente y Björn, el hombre con el que intenta construir un futuro. Una noche recibe una llamada inesperada. Su padre acaba de fallecer y debe regresar a Sevilla para el funeral. Aquel era el hombre con el que ella había medido a todos los demás, el caballero perfecto, y es entonces cuando descubre una vieja carta escrita por él, en la que declara su amor a una mujer que no es su madre. Confundida, incrédula, Inés recurre al único que puede ayudarla, un viejo amigo que es ahora inspector de policía. Reticente, Pedro se ofrece a resolver el misterio, pero la razón por la que Inés huyó de España quizá tenga mucho que ver con él, y los fantasmas del pasado pueden resurgir con el color asombroso de los ojos de este antiguo amor.
Características de los personajes:
Inés Lara: unos 35
años, española, bellísima, ojos color miel (ámbar), larga cabellera de color
canela (aunque después dice “oscuro”). Es hija única. Sus padres estaban
casados y felices (o eso parecía); aún vivían en Sevilla, en donde ella nació y
creció. Estudió la carrera de Ingeniería Industrial, y luego el Máster. Hace 10
años vive y trabaja en Oslo (Noruega). Trabaja como responsable de diseño de
una multinacional noruega (empezó como ayudante del que diseñaba los muebles).
Siempre soñó con diseñar muebles y vivir en el extranjero; ambas cosas las
cumplió.
Pedro Cienfuegos:
35 años, español, guapísimo, alto, trigueño, cabellos rubios oscuros, ojos
verdes, ancho de espaldas, nariz prominente, labios gruesos. Tiene una cicatriz
que le parte una ceja en dos. Es policía hace 10 años. Fue ascendido a Inspector de Policía. Estudió la carrera
de Derecho. Era un grafitero aficionado; pintaba muy bien.
Otros personajes: 1) Carlos
(padre de Inés; la adoraba y apoyaba
en todo; alto, en buena forma física, casi sin canas, unos 60 años); 2) Clara
(madre de Inés; sencilla, atractiva,
reservada); 3) Carmen (“Carmina”;
mejor amiga de Inés desde 2do de
primaria hasta el día de hoy; vive en Sevilla; es una belleza gitana, morena, exuberante,
cuerpazo; le gusta vivir al límite, extrovertida, alegre; es analista de
sistemas); 4) Björn Bronnfjell (novio de Inés
desde hace 2 años; noruego, piel muy blanca, 1.90 cm de estatura, rubio,
cabellos largos normalmente con una coleta; muy guapo, atento, romántico,
detallista, apasionado, buen amante; es artista, un pintor de prestigio; hace
exposiciones en importantes galerías); 5) Alejandro (mejor amigo de Pedro y antiguo compañero de patrulla
durante más de 8 años; es policía con
20 años de experiencia; ahora Pedro es
su jefe; cuarentón, piel aceitunada, sobrepeso, bajo; está casado con Elena; tiene 2 hijos: un niño de 6 años
y una niña de 8); 6) María González (mujer a la que Carlos, el padre de Inés, le escribe la carta que ella encuentra cuando él muere; alta,
elegante, muy delgada, cabellos muy oscuros); entre otros.
Comentarios personales:
Este es uno de los últimos trabajos
del autor español, José de la Rosa (o J. de la
Rosa), también bajo el sello HQN de la editorial Harlequin, y publicada en septiembre de este año.
La novela cuenta con un prólogo, 41 capítulos y un extra que contiene la misteriosa carta que desata las dudas de la
protagonista femenina, Inés, sobre su
padre. Todo esto en aproximadamente 320 páginas; ambientada en dos ciudades
noruegas, y en Sevilla (en España).
La trama inicia con el prólogo, situado
en Nusfjord (Noruega) a principios
del mes de septiembre. Inés se
encuentra en una cabaña con su novio Björn,
para disfrutar de un fin de semana romántico que él ha organizado para festejar
su propio cumpleaños. En medio de un momento de pasión, ella recibe una llamada
de su madre en la que le comunica que su padre ha fallecido. Eso la deja muy
afectada y decide preparar un viaje a Sevilla
lo antes posible.
Luego, en el primer capítulo, que nos
ubica dos semanas después, en un amanecer de finales de verano en Sevilla, el
que nos narra parte de su vida es Pedro, el
protagonista masculino de esta
historia. Él extraña su vida patrullando las calles como policía, ahora que
lleva ya un tiempo desde su ascenso, desempeñándose como Inspector de policía. A su vez, vemos cómo Inés está afrontando la pérdida de su padre, apoyando a su madre y
encargándose de guardar o regalar sus pertenencias. Es así como descubre una carta que su padre escribió a una mujer desconocida para Inés. No sabe qué
hacer, ya que todo apunta a que su padre tenía una aventura, y esa no es la
imagen que ella guardaba de él. Decide acudir a Pedro, un viejo conocido al que no ve hace diez años, o sea, desde
que se mudó a vivir a Noruega. Hay una historia
pasada entre ellos; algo ocurrió para que Inés decidiera abandonar Sevilla para ir a vivir a otro país… y eso es lo que van a descubrir al seguir
leyendo.
En cuanto a los protagonistas, tenemos a dos personas
con vidas normales y sin grandes traumas. Cuando se conocen, ella es una joven
estudiante que sueña con diseñar muebles y egresar de la universidad entre las mejores
alumnas. Es muy estudiosa y dedicada, además de estar muy segura de lo que
quiere conseguir en la vida. Pero, se le atraviesa el destino con la cara, el cuerpo y el encanto de un hombre como Pedro, y eso trastoca completamente sus
planes. Pese a la atracción existente, ella se resiste un poco a dejarse llevar
por la tentación de estar con un hombre como él, ya que eso afectaría
irremediablemente a sus estudios y a sus metas profesionales. Sin embargo, la
resistencia no le dura tanto y termina por sucumbir, dándose cuenta que sus
prioridades en la vida van a cambiar, otorgándole mucha felicidad a cambio,
aunque... no durará. Y diez años después, cuando se vuelven a encontrar,
descubriremos, por recuerdos del pasado, qué
fue lo que pasó entre ellos para que un amor tan grande no los mantuviera
juntos.
Para aquellos que preguntan por novelas
románticas escritas por hombres, aquí tienen una muy buena opción de
lectura, al igual que los otros trabajos de este autor. Él maneja un estilo, en varias de sus novelas, en el
que siempre hay un misterio o intriga
por descubrir. Y eso también sucede aquí.
Durante el desarrollo de la
trama, vamos pasando del presente al pasado por medio de recuerdos que van teniendo ambos
protagonistas sobre lo que fue su vida desde que se conocieron hasta que se
separaron, para después volver a la actualidad
(más de una década después) y a lo que ocurre a consecuencia del hallazgo de la
carta que despierta todas las dudas e
incertidumbres de Inés respecto a su
adorado padre.
A mí me gustó mucho la novela,
sobre todo cuando se nos narraban los hechos del pasado y cómo era la relación
entre Inés y Pedro, o sea, cómo
surgió y nació el amor entre ellos, y los detalles y palabras tan elocuentes
que hizo él por ella. El personaje de Pedro
me encantó, porque fue sencillo, persistente y apasionado, sin caer en el
típico hombre guapo soltero con fobia al compromiso, o el poli duro y radical.
Él es un interesante personaje para descubrir.
Por ende, les recomiendo esta novela. Es una historia romántica que nos
lleva a conocer el pasado y presente de una pareja que tenía todas las
papeletas para conseguir un “felices para siempre” cuando eran unos
veinteañeros, pero que las circunstancias no permitieron que sucediera así.
Tuvieron que pasar diez años para que se volvieran a encontrar, pero ella ya
tiene una vida como siempre la soñó, con el trabajo perfecto y el novio extranjero
perfecto… así que, ¿pensará en una segunda
oportunidad que implicaría volver a todo aquello que dejó años atrás? ¿En
qué afectará a su vida esa carta que descubrió por casualidad? Todo eso lo
verán al leer esta novela. Si la leerán o
la leyeron, ¡¡ahí me cuentan!! JJJ
Frases: (pueden
ser spoilers)
1. “–Así que ahora eres capaz
de tomártelo sin leche. –Ya te he dicho que soy una mujer distinta. –¿Sigues
viviendo en…? –En Oslo, sí. Allí fui y allí me quedé. –Te veo bien. –Tú también
estás… bueno, siempre fuiste el chico guapo. –Lo tomaré como un cumplido a un
policía al que has sacado de su trabajo. No sé por qué, pero creo que esta
visita no se debe solo al deseo de encontrarte con un viejo amigo. –Tienes
razón. Necesitaba hablar con alguien que me dijera cómo empezar, y entonces
pensé en ti. –Dime en qué puedo serte útil. –Mi padre falleció hace dos
semanas. –Lo lamento. Recuerdo que estabas muy unida a él…” (Pedro e Inés)
2. “–¿Lo has hecho tú? –Sí
¿Te gusta? –Es… me gusta mucho. Así que eres grafitero. –Solo aficionado. Pero
me gusta encontrar lugares inaccesibles y pasar unas horas a solas con mis
pinturas. –Me encantaría que el cielo nocturno fuera así. –Aquí no molesta a
nadie, no se ve desde ningún sitio de la ciudad, es solo para nosotros. –¿Desde
cuándo estás trabajando en esto? –Desde la noche en que nos conocimos en el
río. –¿Quieres decir que yo tengo algo que ver? –Yo diría que sí. –¿Y por qué
un firmamento? –Porque esa noche había estrellas. No pude dormir, y cuando vine
aquí y pensé en ti, fue lo que me vino a la cabeza. –¿Has hecho esto para mí?
¿Tan seguro estabas de que accedería a salir contigo? –Sí, y sí. –¿Hay muchos
más murales de estos repartidos por la ciudad? –Muchos. Pero dedicados a una
chica solo este…” (Inés y Pedro)
3. “–Aún no me has dicho tu
nombre. –Me llamo Inés. –Lo sabía. He intentado saberlo todo de ti estos días. –¿Y
qué has descubierto? –Que estudias Ingeniería Industrial, pero eso ya te lo he dicho.
Que vives en Santa Clara. Que no te gustan las anchoas, y que no tienes novio
ni nada que se le parezca. –¿Cómo has sabido esto último? –Fue lo primero en lo
que me interesé, y lo que con más ahínco he investigado. –Creo que vas a ser un
buen policía. Pero aún no me has dicho qué haremos ahora. Has traído a una
chica a los tejados de una iglesia y no vas a besarla. ¿Cuál es el plan entonces?
–Pretendo arrancarte una próxima cita. –¿Y cómo piensas hacerlo? –Supongo que
vendiéndote mis mejores cualidades. –Estoy ansiosa por oírlas. –Soy un buen
partido. Pronto tendré un trabajo fijo. Me gustan los niños. No detesto el matrimonio…
–Para, para…, me vas a hacer salir corriendo. –Dicen que soy atractivo y que
beso bien, aunque hoy me voy a mantener firme en mi promesa. También dicen
otras cosas, pero son de mal gusto contarlas en una primera cita. –No terminas
de convencerme. –Soy empecinado cuando quiero algo, y te quiero a ti. –Eso está
un poco mejor. –Y te puedo invitar a un par de tapas y a una hamburguesa. –Mejoras
por momento. –¿Es entonces un sí? –Acepto las tapas y la cerveza. Pero mi respuesta
a si volvemos a vernos va a quedar en el aire hasta el final de la noche. –Eso
es malvado por tu parte. –No te lo iba a poner tan fácil, amigo…” (Pedro e Inés)
4. “–Tu madre me ha dicho que
ayer te trajeron a casa. Un chico. –Era Pedro. –No sé quién es. –Pedro. –¿Aquél
Pedro? ¡Dios! He sabido de él pero no he vuelto a verlo en todos estos años.
Quizá alguna vez. De refilón, por la calle, y estaba igual de bueno. ¿Sigue
teniendo esos bíceps y ese culo? –No me he fijado. Simplemente hemos charlado
como viejos amigos. –¿Viejos amigos? Ese tío te ha echado los mejores polvos de
tu vida. –¡Carmen! –Es verdad, joder, tú misma me lo has dicho en más de una ocasión.
–Pero con seis copas de más. –Vamos al grano. ¿Y qué pasa con Björn? –Nada, ¿por
qué? –¿Seguro? Pedro ha sido el hombre de tu vida, y ahora vuelve a aparecer. –Déjate
de cuentos chinos. Éramos dos críos. Con veinticinco años yo estaba en la luna.
Solo me preocupaba de mis estudios. Era fácil estar confundida. –Oye, bonita,
que yo estuve allí y fue mi hombro sobre el que lloraste. –El pasado es pasado.
Solo somos viejos amigos. –¿Te ha besado? –No. –¿Te ha puesto ojitos? –No. –¿Te
ha tocado? –Yo a él, un abrazo de despedida. Nada más. –Entonces estás en
peligro. Yo lo viví todo hace diez años y si las cosas vuelven a ser la mitad
de intensas que fueron entonces, te vas a volver de nuevo loca por ese tío…” (Carmina
e Inés)
5. “–Cuando te vi en el río
la primera vez solo pensé que eras una chica bonita que necesitaba ayuda, pero
entonces te miré a los ojos y en ese momento supe que eras mucho más que eso. No
sabía exactamente qué, pero nunca antes había sentido algo así. Un cosquilleo
entre las costillas, la boca seca, y dificultad para respirar cuando tú me
mirabas como ahora. Me propuse conocerte. Indagar qué diablos me pasaba, porque
era incapaz de dejar de pensar en ti. Te me habías metido en la cabeza como
grabada a fuego, y lo peor de todo es que eras bienvenida. Cuando te besé supe
que no podría pasar sin tus besos. Me olvidé de todos los anteriores, aunque no
lo creas. Fue mi primer beso. El primero de verdad. También han desaparecido
todas las chicas. La del club de remo podría ser interesante si se pareciera a
ti pero no es el caso. Y espero que no me cierres la puerta en las narices,
porque esto último era una broma. –¿Eso es todo? –No sé qué te ha pasado, dónde
he metido la pata o si ha sido en verdad culpa mía. Si no quieres decírmelo no
lo hagas, pero déjame que al menos yo intente que tú seas feliz. Haré lo que
quieras: pasearé a tu perro si es que lo tienes, estaré callado a tu lado si
eso te place, iré a mil conciertos de Luis Miguel, sí de Luis Miguel, si es que
te gusta, me cortaré el pelo, me dejaré barba, compraré la ropa que te agrade y
quemaré mis botos, pero déjame estar a tu lado. Dame una nueva oportunidad. –Cállate
por favor. –Pero… –Cállate, o no podré besarte…” (Pedro e Inés)
6. “–Las flores. He debido
dejarlas en alguna parte. Trátalas bien. Me han costado una fortuna. –Algo me
dice que ayer estaban creciendo en el jardín de al lado. –Es posible. Pero
tienen un perro enorme y el riesgo debe valer algo, ¿no? –Te veré mañana. –No
quiero irme. –Mis padres pueden bajar si oyen ruido o me demoro demasiado en
subir. –No me refiero a ahora. No quiero irme nunca de tu lado. –Sabes decir
las palabras adecuadas. –No soy yo. Es mi corazón. –Hasta mañana. –Te quiero. –Y
yo a ti. –No te he entendido. –Y yo a ti. –Sigo sin comprender qué estás
diciendo. –Que te quiero. –Entonces hasta luego. Te mandaré un SMS cuando
llegue a casa. Otro cuando me meta en la cama. Y otro cuando sea capaz de pensar
en dormir, porque dudo que esta noche pueda pensar en otra cosa que en ti. –Hablamos
por la mañana. –Eso es demasiado tiempo. –Nos van a pillar. –Dime de nuevo que
me quieres. –Te quiero. –No es suficiente. –Si no te largas te dejaré de
querer. –Esa sí es una buena amenaza…” (Pedro e Inés)
Observaciones (Obs):
- El playlist elaborado por el autor, se puede encontrar en Spotify.
- También hay un álbum de imágenes sobre la novela en Pinterest, para que vean en qué actores
se inspiró para sus personajes, los lugares, etc.
- Para más información sobre éste
u otros trabajos, visitar el blog del autor:
www.josedelarosa.es
- No tiene booktrailer.
Soundtracks del libro:
- “Sex on
sax” (Dub Deluxe)
- “Me dediqué a perderte” (Alejandro Fernández)
- “My
funny Valentine” (Chet Baker)
- Villancicos.
- Música jazz.
- Músicas de Coldplay; Luis Miguel; etc.
4 comentarios:
ME justaria leer el libro
¡Hola! Me ha gustado tu blog y ya tienes una nueva seguidora ;) Me quedo por aquí y espero que puedas pasarte por mi blog y quedarte.
Nos leemos. Kisses ^^
Hola Susana!
Espero que lo hayas leído, porque pasarás un buen momento.
Saludos!
Hola Sky!
Mucho gusto y me alegro que te haya gustado el blog. Pasaré por el tuyo!
Saludos!
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