Título original: “Ice”
Categoría: Suspense Romántico
Editorial: Ballantine Books
Publicación: Noviembre 2009
Protagonistas: Gabriel
McQueen y Lolly Helton
Sinopsis:
Gabriel McQueen es un policía militar que llega al pueblo donde viven sus padres y su hijo Sam con unos días de permiso. Viene dispuesto a disfrutar de unos días de descanso en Navidad junto a su familia. Sin embargo, nada más llegar, su padre, el sheriff, le pide que suba a la montaña para buscar y bajar a una vecina que podría quedarse aislada si no conoce la noticia de que una tormenta de hielo caerá sobre la localidad. Gabriel, muy a su pesar, va en busca de Lorelei “Lolly” Helton, a quien no ve desde hace quince años y a la que consideraba una chica desdeñosa. Lolly, por su parte, tiene que subir a la casa de sus padres, que piensa vender, para recoger unas cosas y quedarse en casa de unos vecinos, pero el destino le tiene preparada otra cosa. Ella sube… pero no sola. Detrás de ella van unos delincuentes, Darwin y Niki, drogados y armados, quienes quieren robar en casa de Lolly al pensar que ella es rica. No saben que el hielo los va a dejar atrapados. Lolly no piensa dejarse atrapar en su propia casa, y decide escapar. Justo en ese momento, acude Gabriel, y ambos se escapan, aunque pronto serán perseguidos por los dos delincuentes en una carrera llena de obstáculos.
Características de los personajes:
Lorelei Helton (“Lolly”;
“Piruleta”): 30 años, cabellos castaños rizados y oscuros, piel
blanca, delgada. Siempre fue tímida; nunca tuvo verdaderos amigos en el pueblo Wilson Creek; y debido a esa inseguridad es que se portaba desdeñosa,
punzante y cortante para defenderse de los que la atacaban o se burlaban de
ella (entre ellos Gabriel). Su padre
fue el alcalde de Wilson Creek cuando
ella era adolescente; eran los ricos del pueblo. Sus padres ahora viven en Florida, y por los problemas económicos
que tienen (debido a unas infortunadas inversiones), quieren vender la casa de vacaciones que tienen en el
pueblo. Ella trabaja en la ciudad de Portland,
para una compañía de seguros.
Gabriel McQueen (“Gab”):
unos 32 años, muy alto, hombros anchos, cuerpo musculoso y atlético, cabellos
oscuros, ojos de un color castaño verdi-azul (así dice el libro) y pestañas
bien negras. Su pueblo natal es Wilson
Creek (en Maine, USA). Era el
chico popular del instituto, ya que era deportista, con muchos amigos y era el
hijo del sheriff; además de ser extrovertido, seguro de sí mismo (o sea, todo
lo contrario a Lolly). Jugaba al baseball en preparatoria. Ahora es un policía militar, con el cargo de sargento. Vive en Carolina del Norte por su trabajo, y debido a lo itinerante de
éste, decidió con el dolor de su alma dejar a su hijo a cargo de sus padres en
su pueblo natal; sabe que lo mejor para él es tener esa constancia y normalidad
en su vida. Maneja un Ford F250 (4x4).
Otros personajes: 1) Sam
(hijo de Gabriel; 7 años, vive en Wilson Creek con sus abuelos paternos; tiene los cabellos oscuros;
perdió a su madre a los 4 años); 2) Harlan McQueen (padre de Gabriel; es el sheriff del pueblo desde
hace unos 30 años; ya está por jubilarse; adora a su hijo, a su nieto y esposa);
3) Valerie
McQueen (madre de Gabriel;
bien arreglada, juvenil; ojos verdes; cariñosa, fuerte, decidida, competente,
sonriente); 4) Marianne (fue la esposa de Gabriel;
murió hace unos 3 años); 5) Darwin y Niki (son la pareja de
delincuentes; adictos a las metanfetaminas); 6) Judith Fournier y Evelyn Thomas
(dos de las mujeres que conforman el trío
que controla la oficina exterior y el acceso al sheriff; conocen a Gabriel desde niño; son hermanas y se
parecen bastante); 7) Patsy Hutt (la tercera integrante
del trío; es la reina de la oficina exterior del sheriff; es suave, redonda, con
los cabellos blancos); 8) Justin Temple (hombre del pueblo que
coopera con el Equipo de Ayuda del Camino
en Wilson Creek); entre otros.
Comentarios personales:
Como ya lo he dicho en otras
ocasiones, Linda
Howard es una de mis autoras favoritas, sobre todo en lo que
respecta a sus novelas encuadradas dentro del género suspense romántico y/o policial. Ella tiene una gran cantidad de
libros publicados (incluso bajo el sello Harlequin),
y aunque aún no los he leído todos, lo cierto es que, en cuanto veo alguna de
sus novelas o alguien me propone leerlas, lo hago sin dudarlo porque es una
apuesta segura de entretenimiento.
Esta novela no la encontré con traducción
oficial al español, ni tampoco tengo idea quién hizo el favor de realizar
la fantraducción que me tocó leer,
pero es de agradecer porque la historia vale mucho la pena.
Es un libro relativamente corto,
apenas sobrepasa las 200 páginas y contiene 14 capítulos. Está ambientada en un pequeño pueblo de Maine, en Estados Unidos; y narrada en tercera persona, por lo que
podemos conocer los pensamientos de los protagonistas
(Lolly y Gabriel) y de algunos personajes secundarios, como los
delincuentes Niki y Darwin.
La historia inicia cuando Gabriel llega
desde Carolina del Norte (donde
trabaja para el ejército) a su pueblo natal, Wilson Creek, para disfrutar de unos días de descanso por las
fiestas navideñas. Pretende aprovechar esos días
de permiso para pasar el mayor tiempo posible con su adorado hijo Sam, además de compartir con sus padres,
a los que quiere mucho. Llega hasta la oficina en la que trabaja su padre Harlan (el sheriff del pueblo), quien le
comunica que se emitieron los avisos sobre una inminente y fuerte tormenta de hielo que azotará a la zona
en la que viven. Tiene la preocupación sobre una antigua habitante del pueblo que
subió hacia las montañas (sobre las que se ubica su casa de vacaciones),
precisamente para almacenar unas cosas ya que venderán esa casa. No sabe si la señorita Harlan tiene conocimiento sobre
la tormenta de hielo que se avecina,
por eso le pide a su hijo Gabriel que
por favor suba hasta esa zona del pueblo para poder avisarle. Él no puede
negarle nada a su padre, y, a pesar de que lo que más se le antoja es ir a
cobijarse en la casa familiar con su hijo y su madre, acepta el encargo y se
apresura para poder cumplir con el cometido antes de que estalle la tormenta.
Pero… se dará cuenta que la dichosa tormenta no es el único peligro que le
espera.
Me gustaron los protagonistas. Por ejemplo, Gabriel,
es un hombre tranquilo, coherente y sencillo, a pesar de su trabajo
como policía militar. Se nota también
que es maduro en sus emociones, ya
que, después de afrontar su nuevo estado de viudez, intenta salir adelante por
la fuerza y el amor que le da su hijo. Él es lo más importante que tiene, por
eso, su vida y sus decisiones están todas tomadas en torno a lo que sea mejor
para su pequeño retoño.
Por su parte, Lorelei (o Lolly), es una mujer normal,
natural, calmada, que de a poco se va exponiendo al mundo, luego de muchos años
de introversión e inseguridad. Ahora se ha forjado una nueva vida en Portland, en donde tiene amigos y un
trabajo que le gusta. Sus padres le pidieron de favor que fuera hasta Wilson Creek para revisar y juntar lo
poco que queda dentro de la casa que tienen en ese pueblo, porque necesitan
venderlo. Ella va, como cada año. Siempre le ha gustado esa zona para descansar,
por eso, a pesar de que tanto sus padres como ella se han mudado a otras
ciudades del país desde hace algunos años, no ha querido perder ese lazo,
entonces se dedicaba a visitar el lugar una o dos veces al año. Ahora debe
despedirse de la casa, y de alguna manera del pueblo, ya que si la casa se
vende, no tendrá más motivos para ir. Está melancólica, pero sabe que es lo que
corresponde hacer. Guarda buenos recuerdos de lo que fue su hogar, aunque
también reconoce que en el pueblo no tiene grandes amigos de su edad a los que
extrañar. Sin embargo, sí recuerda a Gabriel,
del que estuvo secreta e irremediablemente enamorada cuando era
adolescente, y al que no ve desde que éste se graduara dos años antes que ella,
hace 15 años.
Ésta vendría a ser, de alguna manera, de esas historias en
las que los protagonistas se conocen desde jovencitos, fueron al mismo
instituto, se caían mal y se atacaban en público. En este caso, él era el
que la molestaba y se burlaba de ella, mientras que ella no se quedaba atrás y
le contestaba ácidamente, simulando ser engreída y altanera; cosa que no era en
absoluto, sólo ocultaba sus inseguridades
de esa forma.
Pero bueno, escribí aquello de “alguna manera”, porque en realidad todo
eso de los jovencitos adversarios no es lo más importante de la trama, sólo
es un aspecto del pasado de ambos que define un poco de lo que será su reencuentro. Pero lo que sí es importante es todo lo que
involucra a los delincuentes y sus acciones contra Lolly y Gabriel, como por ejemplo, las persecuciones, los ataques y
todo el trauma que los envuelve. O sea, el pasado
no es lo trascendente, sino la relación que se va formando entre ellos, aún en
medio del peligro y de las tentativas de acabar con sus vidas.
La verdad, al hacer esta reseña me
di cuenta que con Linda Howard me
pasa como con Susan
Elizabeth Phillips; o sea, a estas autoras las adoro y son mis
favoritas, pero he publicado pocas reseñas sobre sus trabajos en el blog.
Prometo subsanar esa carencia, ya que hay infinitas novelas para recomendar de
ambas.
Finalmente, les recomiendo esta historia. Es una mezcla equilibrada de
suspenso y romance; tiene la dosis justa de ambas. Resulta ideal para esos
momentos en los que queremos leer una novela intensa, rápida, ágil, sin mucha
extensión. Es cierto que aquí las acciones se van presentando sin dilación, ya
que, como quien diría “no hay tiempo que
perder”, o sea, no hay muchas páginas para desperdiciarlas en detalles. Tal
vez hubiese sido interesante que existiera un epílogo, pero bueno, esta autora suele terminar algunas de sus
historias de esta manera; sin muchas explicaciones sobre el futuro inmediato. Aun
así, vale la pena. Si lo leerán o lo
leyeron, ¡¡ahí me cuentan!! JJJ
Frases: (pueden
ser spoilers)
1. “—Lo lamento. —¿Qué es lo
que lamentas? —Lamento que te vieras atrapado en este desastre. Lamento que
hayas tenido que matar a un hombre. Lamento que estés atrapado aquí conmigo
cuando sé que preferirías estar en la casa de tus padres con tu hijo. —¿Sabes
acerca de Sam? —Me he mantenido al día con las noticias de aquí. —Yo no lo
lamento. —No te creo. —En serio, Piruleta, ¿tú crees que yo estaría feliz
sentado en una casa caliente con mi hijo, tomando sopa y bebiendo café al lado
del fuego, cuando podría estar aquí arriba congelándome a morir contigo
mientras huimos de dos locos adictos la metanfetamina? ¿En dónde está tu
sentido de la aventura? —No tengo uno. Y no me llames Piruleta. —Piruleta…” (Lolly
y Gabriel)
2. “—Yo estaba terriblemente
enamorada de ti. —¿En serio? Nunca actuaste como si lo estuvieras. —Por
supuesto que no. Yo era una adolescente. Habría preferido morir a que te enteraras.
—Me gustaba pelear contigo. Me excitaba…” (Lolly y Gabriel)
3. “—¿Y qué hay de ti?
Casada, comprometida, divorciada… —Ninguna de esas. Tengo citas,
ocasionalmente, pero no ha habido nada serio por mucho tiempo. —¿Por qué no? —Tal
vez soy muy quisquillosa. Tal vez no tengo suerte. No lo sé. La respuesta
simple es que nunca me ha sucedió. El amor. Tengo ciertas expectativas y no
quiero conformarme con cualquier hombre medio decente porque los treinta hayan
llegado y con ellos la desesperación. ¿Y acerca de ti? ¿Ha habido alguien más
desde que tu esposa falleció? —No. —¿Era en serio lo que dijiste antes? Acerca
de invitarme a salir si vinieras de permiso a casa y yo estuviese por aquí. —No
lo habría dicho si no fuera así. ¿Por qué? ¿Dirías que sí? —Tal vez. Pero sólo
si prometieras que nuestra segunda cita sería menos excitante que la primera. —¿Esta
es una cita? —Me viste desnuda y me diste la cena. Suena como una cita
excelente para mí…” (Gabriel y Lolly)
Observaciones (Obs):
- No figura quién hizo la traducción no oficial.
- Otra portada del libro puede verse en Amazon
España.
- No tiene booktrailer, ni soundtracks.
- Otras novelas muy recomendables de la
autora, que ya tienen reseña en
el blog, son: “Morir
por complacer”, “El
hombre perfecto”. Prometo próximamente las reseñas de “Sombras en el crepúsculo”, “Secretos en la
noche”, “Premonición mortal”, entre otras.
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